
Una sesión de trabajo corporal tailandés es un flujo de masaje relajante y rejuvenecedor donde tu cuerpo es movido y estirado y se usan puntos de presión. También se lo conoce como “yoga para vagos”. Durante este masaje se debe usar ropa holgada y cómoda. Se realiza acostad@ sobre un futón cómodo y no se usa aceite.
La sesión dura unos 90 minutos para tener tiempo para tratar todo el cuerpo. Por lo general, se comienza con los pies y se continúa por el resto del cuerpo.
Siempre trato de ejercer una presión que esté dentro de tu zona de confort, para que a su vez puedas relajarte y ablandarte. Mi creencia es que, por lo general, cuando la presión es demasiado intensa y dolorosa, el cuerpo responde protegiéndose y, por lo tanto, se endurece. La idea es que al trabajar con el cuerpo (músculos, fascia y tejido nervioso), el sistema nervioso se calme y la tensión a la que el cuerpo se aferra pueda soltarse, para así estimular la circulación y mejorar el rango de movimiento.
Durante el masaje, se te invitará a mantenerte presente mediante la respiración y las sensaciones del cuerpo. De esta manera, ambos podremos explorar las sensaciones que surgen en cada momento. Allá donde lleves tu atención, pueden darse movimientos y ablandamientos y que de ese modo la energía fluya más libremente.
Aquí hay una breve ejemplo en video de una sesión sobre futón:
Antes del masaje habrá una entrevista para comprobar posibles lesiones, dolencias, deseos y límites.
Importante: NO se trate de un masaje erotico.